Además de las afectaciones económicas al sector hotelero y turístico de Acapulco, el huracán Otis también le cobró factura a los atractivos turísticos más emblemáticos del puerto.

La conocida zona de bares, restaurantes y antros de la Condesa quedó devastada en su totalidad

Fueron pocos los locales que sobrevivieron a los fuertes vientos que trajo este poderoso huracán categoría 5 y que, en unas cuantas horas, arrasaron con todo a su paso.

Trabajadores y propietarios de los negocios afectados han iniciado las labores para retirar escombros y rescatar algunas pertenencias.

Al igual que los grandes edificios y condominios de la zona Diamante y Dorada, la Condesa de Acapulco sufrió graves afectaciones. El mítico bungie del puerto, una estructura metálica de más de 50 metros de altura, sucumbió ante las rachas de más de 300 kilómetros por hora generadas por Otis

A pesar de las afectaciones, empresarios locales se mantienen positivos y aseguran que podrían abrir algunos locales en los próximos días.

“Hay algunos negocios que probablemente comiencen a operar este fin de semana, no al 100%, pero si vamos a empezar a trabajar. Estoy hablando de unos 15, 20 negocios que vamos a empezar a trabajar el fin de semana. Lo necesitamos, necesitamos reactivar la economía. Necesitamos que nuestros trabajadores empiecen a generar, que nos vean que estamos de pie y que vamos a empezar a trabajar”, destaca el empresario Álvaro Soriano.

Otros de los puntos afectados fue el parque acuático Cici, ubicado en el fraccionamiento Costa Azul. Ahí las estructuras de albercas y toboganes quedaron con importantes afectaciones.

Hoy sólo quedan aguas negras en sus piscinas y el resto de palapas lucen destruidas, por lo que no será sencilla la reconstrucción.